| mayo 2021, Por Dahian Cifuentes

Colombia Marik

Las plumas de la protesta social colombiana, captadas por la fotógrafa Dahian Cifuentes, se mezclan con la pluma del gran Pedro Lemebel. 

Nunca fui reina de ninguna primavera.

Foto Dahian Cifuentes
Yo no voy a cambiar por el marxismo. Que me rechazó tantas veces. No necesito cambiar. Soy más subversivo que usted.

 

Foto de Dahian Cifuentes
Siempre fui marihuanera, desde los 14 creo. Ahora me ha hecho muy bien para dormir y para levantar el ánimo, sólo que no puedo fumar y la consumo en queque, en pesto y en ensaladas. Quizás debería ser legal, aunque todo lo que se legaliza pierde el misterio, y yo amo el abismo de lo ilegal. 

 

Foto de Dahian Cifuentes
Hoy está todo distinto, esos barrios están peligrosos y casi todo es permitido. Ya no existe ese romanticismo de la delincuencia, la imagen del antiguo Robin Hood ha muerto. La delincuencia de hoy es otra, muy cruel, y todos quieren golpear a otros. Hay una brutalidad fascista de otra época. El chico salió de paseo, y se encontró con la Naranja Mecánica versión neoliberal. Y yo, ahora de vieja, también me la he topado.

 

Foto de Dahian Cifuentes
Están seguros de que la bota policial no hará diferencia al estrellarse en sus nalgas. Saben que en realidad se juntan para simular una odiosa oposición que convoca al verdadero rival; el policía, garante del orden democrático.

 

Foto de Dahian Cifuentes
A mí la realidad no me gusta. Me da miedo. Lo mío es la noche. El show. La música. El teatro.

 

Foto de Dahian Cifuentes
Esto lo hice por ti. Por nadie más. Porque este país siempre ha sido ingrato conmigo. A nosotras no nos importa quién está arriba. Sea milico, comunista, cualquier wea. Para ellos siempre vamos a ser una chopa de maricones culiaos. 

 

Foto de Dahian Cifuentes
Nuestros muertos están cada día más vivos, cada día más jóvenes, cada día más frescos, como si rejuvenecieran siempre en un eco subterráneo que los canta, en una canción de amor que los renace, en un temblor de abrazos y sudor de manos, donde no se seca la humedad porfiada de su recuerdo.

 

Foto de Dahian Cifuentes
Pero no me hable del proletariado porque ser pobre y maricón es peor. Hay que ser ácido para soportarlo. 

 

Foto de Dahian Cifuentes
Escritor, artista visual, drogadicto, homosexual, traficante. Pa´ puta no me dio pero he hecho de todo. 

 

Foto de Dahian Cifuentes
Mi hombría fue morderme las burlas. Comer rabia para no matar a todo el mundo. Mi hombría es aceptarme diferente.

 

Foto de Dahian Cifuentes
Usted no sabe qué es cargar con esta lepra. La gente guarda las distancias. La gente comprende y dice: “Es marica pero escribe bien”, “Es marica pero es buen amigo”, “Super-buena-onda”. Yo no soy buena onda. Yo acepto al mundo sin pedirle esa buena onda. 

 

Foto de Dahian Cifuentes
Yo no tengo amigos, yo tengo amores. La amistad es burguesa, es una construcción burguesa y masculina: el compadre, el pata… Yo tengo amores.

 

Foto de Dahian Cifuentes
¿Cómo puede haber gente dueña de tanto horizonte? ¿Cómo puede haber gente tan enguatada de paisaje? Me parece obscena esa glotonería de tanto tener.

 

Foto de Dahian Cifuentes
No somos iguales. Somos únicas e irrepetibles.

 

Foto de Dahian Cifuentes
Si algún día hacen una revolución que incluya a locas como yo, avísame, ahí voy a estar en primera fila. Qué mezquina la vida. Que nos regala tan pocos momentos como estos.

 

*  Los pies de foto fueron extraídos quirúrgicamente de libros como Tengo miedo torero (Seix Barral, 2001), Háblame de amores (Seix Barral, 2012) y Loco afán: crónicas de sidario (LOM Ediciones, 2006), del escritor queer chileno Pedro Lemebel (1952-2015).  

 

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