| diciembre 2020, Por Fernando Duclos

Inventario: el año en el que quedamos en la Historia

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LATE son periodistas hispanos contando historias. Este no es el medio de alguien. No hay un empresario detrás.

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No me preguntes cómo ni cuándo sucedió porque no tengo la menor idea, pero debo decirles algo: empezó diciembre. En el último mail que mandé, anticipamos las elecciones presidenciales de Estados Unidos…y parece que eso sucedió hace más de una década. Y en el correo que vendrá después de este, ¡Ya estaremos en 2021! ¿Cómo les contaremos a las generaciones futuras lo que nos pasó en este año? Es muy difícil analizar los hechos cuando están transcurriendo y creo que habrá que esperar mucho tiempo antes de empezar a comprender, en perspectiva, todo lo que ocurrió en el mundo en los últimos doce meses, pero debemos tomar consciencia de algo: tengas la edad que tengas, este fue el año más importante del que hayas formado parte. O sea, los libros de historia de los siglos que vienen hablarán de nosotros.Dicho esto, entonces, podemos sostener -no sin ciertas ínfulas de grandeza- que somos protagonistas de una época que quedará grabada para siempre y que todas nuestras acciones son históricas. Bueno, yo paso de eso: no creo, por ejemplo, que este newsletter sea histórico, pero sí puedo afirmar que, como es el que cierra este bendito 2020, intentaré que sirva como un inventario (muy arbitrario) de varias cosas que acontecieron este año, y particularmente escribiré sobre los países de los que me suelo ocupar en estas líneas y de los que no pude profundizar en envíos pasados (por eso esta vez no voy a hablar de las elecciones en Estados Unidos o el conflicto en el Nagorno Karabaj).

Arranquemos:

ENERO (en los Emiratos Árabes Unidos, Omán, Irak…y China)

¿Por qué arranco este recorrido anual en los Emiratos? Bueno, justamente porque el 1 de enero de 2020 a las 00:01 estaba allí, en Dubai, frente al Burj Khalifa (el edificio más alto del mundo) viendo el show de fuegos artificiales, rodeado de miles de indios y pakistaníes -que suman más del 50% de la población que habita en el país- y ni uno solo de nosotros, en medio de la algarabía, podía imaginarse lo que sobrevendría en el planeta en los meses siguientes, y cómo cambiaría todo. Muchos a mi alrededor, por ejemplo, estarían planificando la peregrinación a La Meca, que finalmente se suspendió, o pensando en los Juegos Olímpicos, que tampoco se realizaron.
Al día siguiente de aquel festejo lleno de ostentación, salí en un micro rumbo a Mascate, la capital de Omán, una de las naciones que más me gustó de mi recorrido y a donde recomiendo fervientemente ir si tienen la posibilidad. Allí, con mi amigo Ghazi, leímos la noticia de lo que parecía ser el primer cimbronazo del año (si hubiésemos sabido lo que se venía…): en Bagdad, un ataque aéreo estadounidense había resultado en el asesinato de Qassem Soleimani, importantísimo general iraní, y parecía que se venía la Tercera Guerra Mundial. Finalmente no sucedió, pero, en ese momento, el mundo miró con muchísima preocupación a Medio Oriente…
Yo me había hecho una amiga china en el recorrido y, desde Shanghai, ella me contaba las novedades sobre un extraño virus: “No te imaginás lo que es, no podemos salir de casa, nadie pueda hacer nada”, me decía.
Para serles completamente sincero, estaba muy relajado en las playas omaníes y apenas si le prestaba atención… 

FEBRERO (en Turquía y Siria)

Después de Omán, volé rumbo a Turquía, donde me encontraría con mi mamá. Tras casi un año sin vernos, nos volvimos a abrazar en Estambul y salimos a recorrer el país. Estábamos en Goreme, la ciudad más importante de la histórica región de Capadocia, cuando nos sorprendió un hecho inesperado: a las 3 de la mañana local, el presidente Recep Tayyip Erdogan salió a dar un discurso en cadena nacional en el que anunciaba que habían fallecido 33 soldados turcos en el norte de Siria, atacados por fuerzas que respondían al gobierno de aquel país. Toda la gente hablaba de eso en las calles, el olor a guerra impregnaba el ambiente, y obviamente nosotros estábamos muy preocupados.
A estas alturas, el conflicto civil en Siria es casi imposible de entender y/o explicar, pero a mi mamá y a mí lo que en ese momento nos interesaba era si podríamos seguir viajando o no. Al final, decidimos que sí: iríamos al Este, ahí cerquita del escenario bélico, porque -según nos dijeron los locales- “pase lo que pase, es casi imposible que el campo de batalla sea dentro de Turquía”. Tenían razón. Unos días después, en Harran, a menos de diez kilómetros de Siria, conocimos a varias mujeres maravillosas, que nos invitaron a sentarnos y comer con ellas, en un picnic al aire libre, al lado de la casa en que supuestamente había nacido el profeta Abraham. “Escuchamos muchas explosiones en nuestra vida y por eso mismo, la celebramos cada día”.
Creo que ninguno de los dos olvidará nunca esa tarde ni esas sonrisas. Como siempre digo, si sólo nos guiamos por lo que nos muestran los medios, al final nos perdemos de lo que pasa en el medio… 

Picnic con mi madre y varias mujeres cerca de Siria.
Picnic con mi madre y varias mujeres cerca de Siria.

MARZO (en Arabia Saudita y Rusia)

Este es el último mes en el que utilizaré la primera persona. ¿Por qué? Porque para el 17 de marzo, la pandemia del coronavirus ya estaba descontrolada en todo el planeta (tenías razón, Ling) y tuve que volver de un día para el otro a Argentina, casi huyendo de Turquía antes de que cerraran los aeropuertos. Lo que había logrado en más de catorce meses de itinerario se desvanecía en un solo click, la compra de un billete para el mismo día, una escala en Qatar, otra en Brasil…y de repente, de nuevo Buenos Aires.
Los planes cambiaron para todo el mundo y yo, por supuesto, no me puedo quejar. Parece que marzo pasó hace ya doscientos años, pero probablemente, los más memoriosos se acuerden de dos cosas.
La primera, que Rusia y Arabia Saudita se pelearon por el precio del crudo, lo que llevó a la baja del valor del barril en todo el mundo. Pensemos: China ya estaba en cuarentena estricta y por eso, no se necesitaba tanta nafta. Así, había mucha oferta y poca demanda, y los países productores entraron en cortocircuito: ¿Qué hacemos? ¿Recortamos la producción, la seguimos? Los árabes decidieron ofrecer sus barriles con descuento y así, estalló la batalla. No ganaba para sustos 2020: primero EE.UU. vs. Irán, después Rusia vs. Arabia Saudita…
Y lo que faltaba, ¿No?


ABRIL (en Mozambique y China)


En abril, en nuestro bello continente sólo se hablaba de la pandemia. En Argentina, por ejemplo, todavía se aplaudía a los médicos y trabajadores de la salud a las 21 horas, una hermosa costumbre que luego se fue perdiendo. Otros países, como Bolivia o Ecuador, empezaban a vérselas muy oscuras, con sistemas sanitarios que colapsaban y gente que se quedaba sin lugar en los hospitales. Pero, de todas formas, no es mi intención hacer un resumen de 2020 que sólo trate del coronavirus y por eso, elegí poner la visión en otros hechos y -como trato de hacer siempre- en aquellos lugares del mundo en los que nunca nos fijamos. El 21 de abril, en Mozambique, ocurrió algo muy triste que pasó completamente desapercibido: 52 campesinos fueron asesinados por militantes islamistas radicales, que querían que se unieran a su causa y los mataron ante su negativa. En este cálido país africano, muy castigado por el colonizador Portugal que le hizo pagar carísimo su descaro de querer independizarse, la situación es muy compleja y puede que en 2021 se ponga peor. Para comprender un poquito más lo que sucede les recomiendo este artículo.
Ah, ¿Y se acuerdan que mi amiga china, en enero, me hablaba del COVID-19 y yo ni le prestaba atención? Bueno, para fines de abril, Wuhan -donde supuestamente se inició todo- anunciaba el fin del confinamiento, mientras nosotros no podíamos ni movernos de nuestras casas. Se consumaba así la venganza de Ling por no haberla escuchado en su momento…

La provincia de Cabo Delgado, epicentro de los ataques terroristas en Mozambique.
La provincia de Cabo Delgado, epicentro de los ataques terroristas en Mozambique.


MAYO (en India, China…y Rwanda)

China tiene casi 1.400 millones de habitantes. India, su vecino, cuenta apenas unos millones menos. ¿Se imaginan una guerra entre ambos países? Sería, básicamente, un conflicto que involucraría a una población cercana a la mitad de la humanidad. El mundo no está preparado para eso y, sin embargo, otra de las “trágicas perlitas” que nos dejó este 2020 fue el recrudecimiento de los choques entre ambas naciones. Resulta que la frontera entre una y otra, allá en las alturas del Himalaya, cerca del Tíbet, Xinjiang, Cachemira, en terrenos a más de 5.000 metros de altura a los que es muy difícil de acceder, nunca quedaron del todo claras, y en mayo, se produjeron varios incidentes entre las fuerzas fronterizas que recrudecieron en los meses siguientes, incluidos varios militares muertos. En un momento, buena parte del planeta estuvo en vilo ante la posibilidad de un problema mayor (bueno, nosotros no; sólo pensábamos en la pandemia), que finalmente no sucedió, aunque la luz de alerta quedó encendida.
Sea como sea: esta es una zona a la que siempre hay que prestarle atención.
Nota al pie: el 16 de mayo, en Francia, y tras más de 26 años de fugitivo, fue arrestado Felicien Kabuga, uno de los cerebros detrás del genocidio de 1994. Se dice que el hombre llegó a importar más de medio millón de machetes al país africano, que luego se usaron para…bueno, basta Fernando, que el año siguió y no vale la pena focalizar tanto en las desgracias. Sigamos rumbo a junio.

JUNIO (en Libia)

No, coronavirus no. Hablemos de otras cosas. Hablemos de Libia, una nación africana con muchísima historia (¡Busquen en Google las maravillosas ruinas del Imperio Romano que hay en sus costas!) que, desde la intervención militar de la OTAN en 2011 entró en el caos total. Hoy, hay dos bandos principales que luchan por controlar un país sumido en el caos y cada uno de ellos es apoyado por varias potencias regionales y mundiales (una lógica muy similar a la del conflicto internacionalizado de Siria, arena del enfrentamiento entre otras naciones). El 4 de junio fue un día importante: el Gobierno de Acuerdo Nacional logró recuperar Trípoli, la capital, después de muchos meses de lucha contra los rebeldes del Ejército de Liberación Libia (comandado por Jalifa Hafter, otro de los personajes que tomó mucha notoriedad en el último tiempo).
No entienden nada, ¿No? La verdad, esto es lo que pasa últimamente cuando los países poderosos de Occidente invaden un territorio que les interesa sin ningún plan más que el de “derrotar a los enemigos” (o “hallar armas químicas”); después se van y en el lugar invadido sólo quedan el caos y los escombros.
Para entender un poco más de Libia, recomiendo este resumen de la BBC.

JULIO (en Corea del Norte y Birmania)

Esto se está haciendo muy largo (¡Como el interminable 2020!) así que agilizaré un poquito. En julio estábamos en invierno en el hemisferio Sur y sufríamos por el frío y la pandemia, y mientras, casi en las antípodas del planeta y a miles de kilómetros de distancia, el que también la pasaba mal era el inefable Kim Jong-Un. Los reportes indicaban que un desertor había regresado al país desde Corea del Sur, al parecer infectado con el virus que ni quiero nombrar, y por eso se declaró la alerta máxima en la nación. Al parecer fue sólo una falsa alarma (o eso nos dijeron) y hasta hoy, en el país del Juche, todavía no hay ni un sólo caso de COVID-19 confirmado.
¿Y por qué agregué también Birmania a la lista? Para darle visibilidad -como en Mozambique- a una tragedia que se nos pasó por alto y que, de haber sucedido en otro lugar, habría provocado las condolencias del mundo: en una mina de jade se produjo un deslizamiento de tierra y fallecieron 174 mineros. Para comprender lo que hay detrás del terrible accidente, y lo que mueve esta piedra preciosa en el mundo, les recomiendo que lean este artículo, que muchos de ustedes relacionarán con la violencia que suscitó la lucha por las esmeraldas de Colombia…

AGOSTO (en África)
¡Basta de malas noticias, por favor! ¡Es verdad que 2020 fue (y es) un año durísimo, pero tratemos de buscarle el lado positivo! Bueno, esta es una verdadera gran novedad, y se nos pasó entre tanta pandemia. El 25 de agosto, y tras cuatro años sin que se haya registrado ningún caso, la ONU declaró que África estaba libre de poliomielitis salvaje. La erradicación de una enfermedad en un continente entero -y tan marginado- es, sin lugar a dudas, una de las mejores cosas que sucedieron en estos meses. En el brindis del 31, no estaría mal brindar por la cantidad de vidas salvadas y por que mejores las condiciones en las que buena parte del mundo (sobre)vive todos los días en los lugares alejados de los focos noticiosos.
Más que nunca, ¡Salud!

SEPTIEMBRE (en Ghana… ¿Y Togolandia?)
No sería yo si no hablara de algún conflicto olvidado en alguna parte del planeta, o de naciones que “no existen” o de nombres de países que resuenan en nuestros oídos como si se trataran de un parque de diversiones.
Desde su independencia, Ghana siempre fue considerado como un estado modelo dentro de África, pero en septiembre estalló un conflicto que sacudió buena parte de los cimientos del país: una región separatista llamada Togolandia del Oeste declaró su independencia, y hubo muchos choques entre la policía nacional y los rebeldes.
En ese momento, escribí este hilo de Twitter, como para entender algo más de qué se trataba el asunto.
Huelga decirlo, pero para este mes del año, mis aventuras en Turquía, Omán y los Emiratos de enero, febrero y marzo ya formaban parte sólo de mis recuerdos lejanos. Un día, mientras tomábamos café kurdo (hecho con una variante del pistacho) con mi mamá, nos agarró la nostalgia: “¿Podés creer que hace menos de seis meses estábamos tomando esta misma bebida pero en Gaziantep?” Y no, la verdad que no podíamos creerlo…

Manifestantes con la bandera de Togolandia del Oeste, en Ghana.
Manifestantes con la bandera de Togolandia del Oeste, en Ghana.

OCTUBRE (en Kirguistán)

¿Ustedes creen que 2020 en sus países fue caótico? Bueno, en Kirguistán, una de las cinco ex repúblicas soviéticas de Asia Central, en el transcurso de unos pocos días, se denunció un fraude electoral, los manifestantes tomaron el parlamento, hubo saqueos masivos, renunció el presidente, fue liberado un ex mandatario

que estaba en la cárcel y al final, terminó asumiendo otro tipo. Una verdadera locura en un país que tuve la suerte de visitar y que -cuando fui- parecía de lo más tranquilo…
A quien esté interesado en el caos y en comprender por qué esta nación de la que nunca se habla (situada entre Rusia y China) es tan importante, puede leer acá algunas claves.
Lo interesante, más allá de este caso en particular, y si nos podemos en “modo balance”, es que este fue un año en el que vimos muchos disturbios y problemas en países que forman parte de la esfera rusa, lo cual no es un dato menor a la hora de pensar los próximos movimientos de la geopolítica en la zona: se pudrió en Bielorrusia, ya venía mal en Ucrania, hubo caos en Georgia, Moldavia, guerra en el Cáucaso entre Armenia y Azerbaiyán…
Zona compleja pero fascinante; hago un pronóstico: no tengo dudas de que cada año que pase habrá que prestarle más atención.

NOVIEMBRE (India, Argentina, Bangladesh y Timor Oriental)

Iba todo “normal”: en India, por ejemplo, aunque con muchas restricciones por la pandemia, festejaban el Diwali, el bellísimo festival de las luces.
Pero entonces, de repente, de un día para el otro y sin que nadie se lo esperara, murió en Buenos Aires uno de los grandes ídolos populares de este planeta.
No diré nada sobre el asunto porque aún me pone muy triste, pero para comprender la relevancia que tenía Maradona en todo el mundo, y cómo la gente lo idolatraba, sólo hace falta ver dos fotos.
La primera es esta, y es de Bangladesh: en un país completamente ajeno al devenir argentino, del cual los propios argentinos no saben casi nada, y sin embargo ahí están los jugadores de cricket realizando un minuto de silencio en homenaje a Diego…

La segunda es de Timor Oriental (sí, Timor Oriental), una pequeña porción de tierra en una isla situada entre Australia e Indonesia, independiente desde hace pocos años, en donde los equipos locales también recordaron al astro de Villa Fiorito.

Comparto, además, una entrevista que me encantó hacer, con un personaje entrañable: Alim, el encargado de comercio entre Bangladesh y Argentina, que se emocionó al hablar del 10 y su magia. DICIEMBRE (Irán y Etiopía) A fines de noviembre fue asesinado el científico más importante de Irán (al parecer, los tiros partieron de una camioneta no tripulada) y pareciera estar culminando –por ahora– la guerra entre el gobierno central de Etiopía y los rebeldes de la región del Tigray. Así arrancó el mes, y nos quedan aún 24 días (mamita querida)… Termino acá, porque es lo que tenemos, y porque está bueno descansar un poco de tanto mapa, tanto país nuevo, y concentrarnos en lo importante: o sea, en terminar el año de la mejor manera que podamos, cuidándonos y agradeciendo a toda la gente que hace que nuestra vida sea más linda, más cálida, más afectuosa, interesante y agradable. Por mi parte, les mando un gran abrazo a todos y todas, y nos volvemos a encontrar el año que viene. ¡Que tengan un muy feliz fin de 2020!

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