| octubre 2020, Por Jarrin, Luna y Solle

Tierra por tierra en Guernica

Entre paredes de plástico y cartón, cientos de familias sostienen la toma de tierras en Guernica, una ciudad cabecera ubicada en el Gran Buenos Aires, y administrada por el partido Presidente Perón. Son familias que perdieron todo en los meses de pandemia, aunque en su mayoría atravesaban ya una crisis económica y social bastante grave. El confinamiento obligatorio trajo consigo la pérdida de trabajo de miles de personas y esto hizo que todo empeorara. A muchos no les quedó otra salida que buscar un lugar para vivir sin que importe lo precario que pueda ser. Se habla de al menos 1 000 personas que ahora viven en chozas y carpas en una superficie de 100 hectáreas. Las familias aquí reunidas viven entre las amenazas de desalojos y la esperanza de que el gobierno de Buenos Aires los pueda socorrer.

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“Casi muero de frío con mi hijo esa noche, tuvimos que ir cerca del fuego que hicieron unos vecinos, pero por poco pierdo la movilidad de lo congelados que estábamos, y eso nos tenemos que aguantar porque no nos queda otra opción… tengo que elegir entre comer o pagar un arriendo porque la plata no me alcanza para nada y me desalojaron del lugar donde vivía”, cuenta Susana, quien vive con su hijo Juan, de 3 años de edad. Las noches de invierno en las que muchos estuvieron a punto de morir de frío y el miedo constante de algunas mujeres que duermen solas en estas casillas, son pruebas vivas de la situación.

No solo son argentinas las familias que llegaron a la toma. Hay bastantes paraguayas, peruanas y brasileñas, en estado de pobreza extrema. “Ayer no comí, hoy tampoco comí porque me da vergüenza ya pedir”, confiesa Neusa, una mujer nacida en Brasil y que vive en Buenos Aires ya desde hace 25 años. Ella dice que ya no puede conseguir trabajo por su edad y que no tiene otra salida que venir acá y aguantar lo que sea para sobrevivir.

La toma de terrenos comenzó el 20 de julio y se extiende hasta hoy. La localidad de Presidente Perón es administrada por la intendenta Blanca Cantero, que proviene del massismo (por el político Sergio Massa) e integra el Frente de Todos. Para la mayoría de personas asentadas en Guernica, Blanca traiciona la confianza que depositaron en ella al haberla escogido como intendenta: “Que la intendenta de nosotros se haga a un costado es doloroso”, dice Mariana.

El gobierno bonaerense abordó el conflicto en un intento poco fértil, ofreciendo los programas del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) y 50.000 pesos (aprox. 650 USD) como bono de asistencia social. Según los habitantes de Guernica, esta es una propuesta completamente descabellada y no ayudaría en nada a solucionar su problema. “Con esa plata no hacemos nada con la inflación y lo caro que está todo no nos alcanzará para pasar más de dos meses y volver a lo mismo”.

Hay representantes del Polo Obrero, de Barrios de Pie-Libres del Sur, del Frente de Organizaciones en Lucha y del Frente Darío Santillán. También está presente el Movimiento Teresa Rodríguez, la OLP-Resistir y Vencer y el Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social, entre otros. Sus representantes dicen estar apoyando a los habitantes de la toma. Para muchos es simplemente el deseo de protagonizar una lucha eminentemente social y para otros es completamente pertinente su apoyo. Son muchos de ellos quienes manejan los comedores y ayudan a organizar las donaciones y a repartirlas de manera equitativa y ordenada.

El Ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense Larroque asegura que “Presidente Perón es uno de los tres municipios que más creció demográficamente en los últimos veinte años. Este es un tema que es estructural y que se agravó con la política del gobierno anterior”. Parecería que entre todos se quieren pasar la pelotita de las responsabilidades más profundas de esta crisis.

El conflicto por la toma de tierras que se inició en julio, en medio de la pandemia, ya fue judicializado. El juez Martín Rizzo ha dispuesto, por cuarta ocasión, el desalojo. Este 15 de octubre sería la fecha del operativo.

Sin embargo, las familias en Guernica están decididas a resistir ahí porque no tienen adónde ir. Más de 1 000 personas esperan una respuesta que sea la solución: un espacio de tierra para poder vivir dignamente. “Tierra por tierra” es la frase que corean hoy cada vez que se acercan los encargados de las negociaciones enviados por la gobernación bonaerense.

Foto: Franciso Jarrin
Fotos: Franciso Jarrin

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