| julio 2018, Por el Consejo Editorial

Día 28: La prepotencia del entusiasmo

Croacia hizo historia: venció 2-1 a Inglaterra en la prórroga y se metió en la final del mundo, que jugará el domingo contra Francia. Inglaterra disputará con Bélgica el tercer puesto el sábado.

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Fue un tiempo para cada uno. El primero para Inglaterra. Apenas a los 5 minutos Kieran Tripper, con el estilo de David Beckham, colgó un tiro libre en el ángulo del arco croata y puso a los ingleses arriba. Con esa ventaja y con la seguridad defensiva que mostraron cada vez que Croacia se le vino encima, parecía que estaba todo liquidado. Que debían solo afinar la puntería para completar, porque situaciones de gol tuvieron para eso y no las aprovecharon. No fue un gran partido del goleador Harry Kane. Y tu goleador no puede no rendir en una instancia como esta.

En el segundo tiempo una Croacia cansada pero no rendida salió a empatarlo como fuera. En juego estaba la final del mundo. Para (y por) eso, tomó riesgos que Inglaterra no explotó. Los ingleses sentían anímicamente que estaban por empatarles el juego, antes de que se lo empataran.

A los 68 Perišić se anticipó al despeje inglés y con la pierna estirada estampó la igualada. Enseguida Rakitic remató desde fuera del área, pero el balón dio en el palo. Pickford, el arquero inglés, muy bueno debajo de los 3 palos, se estaba mostrando muy inseguro para salir a cortar.

Ambos equipos especularon siempre con la posibilidad de la prórroga. Inglaterra se guardó todos los cambios para esa instanci,a y Croacia había hecho solo uno.

En la prórroga no especularon con los penales, los dos salieron a ganarlo. Croacia dividió equitativamente el esfuerzo por 11. Inglaterra se amparó en los jugadores parados de mitad de cancha para atrás.

Croacia es un equipo medio pero al 100 por ciento de su potencial, no se guardan nada y tienen a dos astros de primer nivel jugando acorde a lo que son: Modric y Rakitic. Rodeados de 20 soldados. Ambos juegan más adelantados de lo que están acostumbrados. Modric sabe leer el partido: conoce cuándo acelerar y cuándo tener la pelota. Sus entusiastas compañeros le siguen el ritmo. Y nunca –ni siquiera súper fatigados– dejan de sostener el ritmo.

Inglaterra es un equipo sólido, con garra, inteligente, talentoso, pero sin dos componentes como valor agregado; carece de rebeldía y picardía. Por eso los dos goles croatas llegaron gracias a una reacción tardía inglesa.

En el minuto 108 Mandzukic dio un pase antes que los dos defensores centrales ingleses que se durmieron, pasó por el medio de ellos y quedó habilitado para poner a Croacia arriba.

Ocho jugadores de Croacia convirtieron algún gol. Son un verdadero equipo. Y son incansables: es el tercer partido que juegan a 120 minutos. Tuvieron más coraje y estuvieron más avispados que los ingleses, una selección que pagó su juventud. Y que de todos modos va a jugar por el tercer puesto satisfecha por haber llegado hasta acá.

A puro corazón Croacia hace historia y se mete por primera vez en una final del mundo. Al fin una alegría para los Balcanes. Jugará contra Francia, su verdugo en la semifinal de 1998. Un partido que hace sentir mejor a los argentinos: fueron los dos equipos que los vencieron en esta Copa.

Nunca den por vencido a un croata. Este equipo es capaz de cualquier cosa con la prepotencia de su entusiasmo.

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